domingo, 10 de agosto de 2008

JJ.OO.

Los Juegos Olímpicos son la demostración de las calidades y capacidades humanas.
El deporte, historia, arte, arquitectura, ciencia, dinero y poder están allí.
China demuestra, reclama y exclama que es una potencia mundial. Estos juegos son su vidriera, esa inauguración no fue solo la apertura de los JJ.OO. sino su demostración de que pronto ira por el dominio global y tiene con que.
Casi el 20 por ciento de la población mundial vive en sus tierras, reformaron una ciudad completa para estos juegos, son desde hace poco el máximo emisor de CO2 a la atmosfera.
Queremos y vamos a ser el centro del mundo están diciendo. De hecho es muy simple imaginar a China en el centro del planisferio Europa a su izquierda y America a la derecha.
El Imperio del Centro.





La fiesta inaugural fue espectacular, el cubo de agua y el nido de pájaros son increíbles.
A mi en realidad tanta demostración de poder me un poco de miedo =S

domingo, 3 de agosto de 2008

Acurrucados


Acurrucados por el frío y el sueño

"El hombre que hoy conocemos no ha logrado liberarse de las condiciones opresoras de la naturaleza, porque aún no ha aprendido a utilizar con sentido liberador las fuerzas que ella le ofrece. El hombre de las sociedades dependientes vive sometido al hambre, a la miseria y a la enfermedad, condiciones que le impiden el acceso a una vida digna, agradable y segura. Y el hombre de las sociedades industrializadas, el hombre del confort, producto de la sociedad de consumo, vive como un animalito domesticado por los mismos objetos de su comodidad, reducido a su función productiva y amenazado de muerte o de inacción por la mismas máquinas que inventa" Luis Jose Gonzales

viernes, 1 de agosto de 2008

Poste 8

Poste 8, ese era nuestro punto de referencia, a partir de ahí nos movíamos, hacia él íbamos y de él partíamos. Ir al poste 8 para mí era sinónimo de aventura, sinónimo de exploración, sinónimo.
De búsqueda, indagación, sin saber quizás que hacíamos un mal.
Se erguía o irgue, no lo se, solo. Sus únicos acompañantes allí eran a algunos otros metros sus compañeros 7 y 9, pero parecía que mucha relación no tenía, y es la distancia, supongo yo. Además él era el importante para nosotros, no se diferenciaba en nada con los demás, solo en su plaquita de aluminio plateada en la cual denotaba su nombre, 8.
La última vez que recuerdo haberlo visto, fue cuando Areya era pequeña, solo tenía una par de meses, y ahora ya tiene 8 años. Quizás el polvo que levantaron los vehículos ese día al marcharse, no me lo dejaron ver más, porque nunca volví otra vez al poste 8.