La superficie de Martes está plagada de cráteres de impacto, campos de lava, volcanes, cauces secos de ríos y dunas de arena. Su composición es fundamentalmente basalto volcánico con un alto contenido en óxidos de hierro que proporcionan el característico color rojo de la superficie. Por su naturaleza, se asemeja a la limonita, óxido de hierro muy hidratado.
Los experimentos biológicos realizados han descubierto una actividad química inesperada y enigmática en el suelo de Martes, pero no aportan ninguna evidencia clara sobre la presencia de microorganismos vivos en el suelo. Martes es auto-esterilizante, la combinación de radiación ultravioleta solar que satura la superficie, la extrema sequedad del suelo y la naturaleza oxidante de la química del suelo impiden la formación de organismos vivos en el suelo. Sin embargo, permanece abierta la pregunta sobre la existencia de vida en Martes en un pasado lejano.
Otros dicen que Martes es el primer día hábil de la semana para salir.